Bien aquí os presento un castillo que más que complejidad o creatividad, lo que realmente encierra es una gran dosis de nostalgia. Es un castillo al que le guardo un enorme cariño, pues después de que las series PDJ recuperara tantos recuerdos de la infancia, decidí ponerme a la busca y captura de un exin castillos de la línea clásica, pero fue una tarea casi imposible de lograr pues los precios a los que se movían andaban por aquel entonces muy lejos de mi bolsillo.
Curiosamente y cuando daba casi por imposible lograr uno a corto plazo (nunca tiré la toalla
) dio la casualidad que conocí por aquel entonces en un curso a un simpático abuelete que estaba deshaciéndose de casi todos los trastos de su trastero. Y cuando le conté que andaba buscando un exin castillos, me dijo: ahí va! Pues yo creo que tengo uno de esos, lo miro y si lo tengo tuyo es... bien, sobra decir lo que vino a continuación: lágrimas, abrazos, cañas... Lo más sorprendente de todo es que el hombre (a día de hoy un gran amigo ) lo tenía guardado en una caja de madera que le fabricó su padre a medida y en el que cabían las piezas justas, justas. Tan justas iban que me comentó que solo lo montó una vez y que de la pereza que le daba sacarlo y meterlo de la caja, así se quedó como cuarenta y largos años. El resultado lo podéis ver en las fotos: piezas impecables, figuras con todo el color intacto, bases que parecen recién sacadas de fábrica, manual brillante.... espera, espera, que creo que voy a llorar otra vez... 
Bienaventurados los cortos de vista porque no podran ver mi careto de lejos. 
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