El castillo submarino fue construido por Poseidón para su suegro Nereo. También era dorado pero algo más pequeño que el que se construyó para sí mismo. Con el paso de los tiempos
el dorado de sus muros fue dando paso a los colores de la naturaleza. Algas y otras especies fueron cubriendo los dorados dejando una pátina verdosa-azulada, o color turquesa, que
fue mimetizando y ocultando el dorado castillo, haciéndolo más invulnerable a los ataques. El castillo tiene nueve torres y esbeltos chapiteles y tejados que fueron instalándose
para evitar los destrozos que pudieran ocasionar las anclas, y otros desechos marinos, que los barcos que surcan las aguas arrojan sin cuidado. Nereo copió de los castillos alpinos
la forma de las protecciones de las torres y cubrió con altos tejados los salones de su palacio donde habitaban sus hijos, vasallos, cortesanos, servidumbre y guardianes de la
fortaleza.
En el exterior del palacio Nereo mandó construir un palacete abierto para su pequeña Marina, una nereida convertida en una sirenita muy alocada y enamoradiza. En la pista de baile
del palacete situó Marina una estatua de un príncipe humano, encontrada entre los restos hundidos de un naufragio. Tal era la fascinación que despertó en Marina que esta abrazaba
y besaba la inerte estatua en sus ratos de ocio, pues Nereo le había prohibido subir a la supeficie por su corta edad. Sus hermanas y hermanos, mayores que ella, ya gozaban del
privilegio de azotar acantilados y dirigir tormentas , cuando no embelesaban las mentes de los marinos con cánticos que dejaban a estos a merced de sus juegos. Les apasionaba
mantenerlos distantes de sus familias hasta casi enloquecer. Luego los situaban en otras rutas para que olvidaran los lugares visitados y así protegían el reino de intrusos
humanos, de sus restos y estatuas perdidas.
El castillo está construido sobre una planta casi cuadrangular y flanqueado por sendas torres en sus esquinas. La torre del homenaje, domina el conjunto desde el centro y guarda el
gran tesoro real. En cada lienzo de muralla hay torres de vigilancia y, en uno de ellos, una torre mágica de comunicaciones que permite mandar y recibir mensajes del futuro. Así es
como Nereo supo de la existencia de la descendencia de quien sería su enemigo. Esta torre es muy esbelta y alta, transitada solo por los menudos caballitos de mar, guardianes de
secretos y de confidencias entre dioses y titanes. Supieron de la existencia de una ciudad submarina futura que ocuparía lo que ahora es el lugar del castillo. Altas torres y
bellos pabellones iluminados con antorchas eléctricas, sin ayuda de los abisales monstruos que en el presente tienen dicha facultad. Cùpulas de cristal que permiten vivir a los
mortales humanos bajo el mar. Ciudad de la que ya conocen el nombre: Rapture; Construida por humanos a los que las deidades y semidioses no les causan ningún atisbo de respeto ni
atracción. Sin embargo, se atreven a comportarse como si fueran el mismo Zeus. La torre permitió, debido a algún temblor telúrico, quizá alguna desavenencia de Hades, la aparición
de un objeto singular procedente de Rapture. Se trataba de los restos semienterrados de un ser mitad metálico con piel de ballena, y mitad celestial (o eso pensaron). Por la torre
supieron que era un 'Big Daddy'. Era algo fuera de este mundo. Pero eso es otra historia que nos aleja de lo que acontece en el presente y futuro cercano al Castillo de Nereo.
A pesar de la torre mágica de comunicaciones y de la sabiduría y anticipación que siempre definió a Nereo, los acontecimientos que desembocarían en una guerra total, no pudo
verlos. Siempre tuvo más visión que el Oráculo de Delfos pero esta vez no funcionó. Se centró en la amenaza de Andrew Ryan, no en la de Úrsula. Sigamos con el castillo:
Tiene cuatro portones: tres en su lado sur y uno en el Norte. Apenas tienen uso tres de ellos. Cuando recibe la visita del dios Poseidón estos se abren para dar paso a semejante
comitiva, y en las festividades del cambio de estación, para dar cabida a los carros repletos de los frutos del mar. Uno de los portones, el del lado norte, fue regalado por Atenea
a partir de los mármoles que sobraron tras erigir los humanos su estatua en Atenas, cerca del camino regio al Olimpo. Sus piedras, de un valor incalculable, protegían del invasor
desmembrando a los soldados pulpos y otras criaturas similares que osaban acercarse al mismo.
Atenea tuvo muchos pretendientes y ninguno fue de su agrado. Para evitar encontrarse con nuevos aspirantes, pidió a Nereo ocultarse en su palacio y este accedió. Para impedir ser
molestada, urdió un plan que consistía en hacer pasar por una sala al pretendiente donde se encontraba de guardián un delfín menor. Si este seguía con la mirada al que osaba
atravesar la estancia, el suelo se abría bajo su ser y se perdía en las profundidades de una fosa oculta. La única manera de atravesar sin ser visto era ceñirse una túnica de
ocultación y esta estaba secretamente custodiada en algún lugar del castillo por los traviesos tritones. Así, como agradecimiento por el favor prestado, es como Atenea obsequia a
Nereo con la magnífica puerta norte.
Tras la torre principal y sobre el portón del norte, se sitúa la amplia terraza donde Nereo imparte justicia a modo de salón del trono. Está siempre custodiada por los guardianes
delfines de la Órden del Tridente, la guardia personal de Nereo.
https://youtu.be/1YGCS_713wc
Algunas imágenes desde lo alto, vista en planta.
Vídeo de un detalle constructivo. Perdón por el temblequeo de la mano. A veces se comporta de manera rebelde... Es el paso previo a que haga cosas por su cuenta.
https://player.vimeo.com/video/86951477 ... p_id=58479
Úrsula es una bruja del mar. Sus orígenes se remontan a la creación del infierno de Hades y los tormentos del océano. Monstruos descomunales nacieron del desequilibrio que la mente
de Hades heredó de Caos. Su maldad para castigar a cualquier ser, divino o humano no tuvo límite y con ello nació El Kraken. Traspasó el inframundo y atravesó los infiernos pero
los otros hijos de Cronos, Zeus y Poseidón mantuvieron alejado al monstruo hasta que la Magia inervino y permitió invadir y destruir cuanto a su paso se interpuso. Es por ello que
El Kraken surge del fondo de los mares, de las fosas más profundas, de los abisales rincones más oscuros y horrendos del mundo. De los silencios más terribles donde la luz se
consume con la tristeza. De ahí El Kraklen crea su propio terror y nacen criaturas cuyo mal no tiene límite, apoyados en la magia nacida de esas oscuras profundidades. Úrsula es la
bruja más malvada del mar, dotada de la fuerza que hereda de su ancestro El Kraken, con apariencia casi humana, aparente belleza propia de las divinidades y con los dañinos
tentáculos del infernal monstruo; tiene la capacidad de tomar apariencia de una bella y hermosa mujer y es gracias a la oscura magia que le permite cambiar de forma. A voluntad se
convierte en ocasiones en una octòpoda infernal, un pulpo dotado de fuertes tentáculos que atrapan a cualquier ser que se le antoja y doblega su mente con la intriga que ella sola
domina.
Así es como dominó y enamoró a un mortal marino de larga estirpe llamado Nemo, antiguo príncipe indostano, denostado por su familia y desterrado por desavenencias conyugales.
Prácticamente lo volvió loco.
Su influencia sobre él hizo que surcara los mares atacando a cualquiera que navegara entre su barco y el sol del atardecer. Los motivos son evitar las sombras que los demás
pudieran afligir a su navío y acrecentar así la penumbrosa magia que lo enloquecía. Con cada naufragio que infligía, el inframundo se llenaba de almas con un gran coste de vidas
humanas y así El Kraken pagaba al infierno, como aportación, su manera de existir. En cierta ocasión, una noche de lujuria tramada por la mente de Úrsula, Nemo le obsequió con un
colgante que engarzaba un pequeño nautilus dorado y, en su máximo éxtasis del climax, el nautilus fue dotado de poderes de magia que conferían a su portador el dominio absoluto sobre
los mortales y los semidioses; no así con los dioses ni con los titanes pues estos eran inmunes a la oscura magia que ya dominaban desde sus orígenas, y que no podía volverse en su
contra. La infernal bruja se engalanó tal joya y sus poderes aumentaron su vanidad, su codicia y su odio por todo aquel que no tuviera su origen diabólico. Se hizo acompañar de
huestes malditas formadas por pulpos y tiburones que atacaban a su orden navíos y ciudades. Con su gran poder llegó a dominar incluso al Kraken, mediante tretas que convencieron
al terrible monstruo de estar bajo el yugo de la bruja más poderosa que hubiese conocido ei inmenso océano.
Volviendo al Castillo de Nereo, una tarde que Marina, la princesa sirena, acudía a admirar y venerar con sus abrazos a su inerte estatua de un anónimo príncipe mortal, arriba en la
superficie, Nero y su tripulación atacaron y hundieron un buque de guerra británico, "El Bestattacker", un acorazado de acero y madera de quebracho, la más dura que se haya visto. El navío, que
ocultó con su sombra los breves instantes de un atardecer perfecto, se defendió con sus cien cañones repartidos por sus cinco cubiertas. El ataque fue brutal. Nemo y sus
tripulantes, con apenas siete proyectiles, consiguieron que explotara la santabárbara del buque, rompiendo en mil pedazos la nave que, rápidamente, se fue hundiendo. Los escombros
del navío bajaban a toda velocidad por efecto del peso del metal que lo formaban y golperon el fondo marino con violencia con la mala fortuna de golpear y aplastar el lugar donde
Marina se recreaba con su inerte compañía. Marina pereció y el fondo marino dejó de ser un lugar de belleza y deleite. Otros escombros del buque cayeron sobre el castillo,
hundiendo techumbres, arruinando estancias y destruyendo algunas dependencias. El cuerpo de guardia, en los extramuros del castillo, fue destruido y con él pereció casi la
totalidad de los Guardianes de la Órden del Tridente.
Cuando el dios Nereo supo del ataque, ordenó a las fuerzas del mar que le son leales, la detención y apresamiento del responsable. No tardaron en conseguirlo, Nemo fue apresado en
su barco durante los festejos por el botín conseguido: cientos de almas robadas a Zeus para aumentar las arcas del inframundo. Los tritones saltaron sobre la cubierta y se llevaron
a Nemo, como capitán responsable del galeón, no sin antes lanzar a las rocas de Finisterre el ahora maldito pecio. Todavía flotan por las playas de Galicia las diminutas astillas
de lo que han sido los restos del galeón infernal.
Nemo fue llevado ante Nereo y, sin que pudiese dar una explicación razonable a sus fechorías, fue condenado a perecer ahorcado en el interior de una jaula para que sus restos
fueran alimento de la fauna menor del fondo marino. Rémoras y diversas alimañas carroñeras fueron despojando el cuerpo de Nemo hasta convertirlo en un esqueleto.
Vídeo de los efectos del ataque:
https://youtu.be/Kod6zegFGn8
La batalla
Cuando Úrsula supo de la condena a su amado Nemo, estalló en maldiciones, se abandonó a las mugres, suciedades y miserias. Su desmedido apetito hizo que perdiera las composturas.
Era asquerosa engullendo boquerones y camarones. Todos retiraban la mirada cuando comía, No por respeto. La verdad es que era inaguantable verla devorar cuanto se le ponía delante.
Engordó tanto su odio que, unido a su desproporcionado afán por comer, parecía una Cerda. Tras tomar el control de su maldad, reunió a sus secuaces y huestes para atacar a Nereo y
su fortaleza. No tardaron en tomar posiciones alrededor del castillo. El Kraken surgió bajo las arenas del fondo marino. Escupió de sus entrañas tanta ponzoña negra junto a la
tinta, que oscureció el mar. Los pulpos surgieron por doquier y los numerosos tiburones martillo comenzaron a golpear los muros mientras que los tiburones blancos perseguían y
asesinaban a los tritones y a las sirenas que se encontraban a su paso. Una tras otra fueron cayendo las torres de la fortaleza. No hubo piedad. Fue tal la violencia del ataque que
en la superficie se sintió un descomunal temblor de tierra que estremeció la costa desde el sur de San Vicente hasta las costas normandas. El maremoto azotó las costas españolas y
portuguesas y los terremotos destruyeron fortificaciones, templos y aldeas en el interior. No quedó nada de Lisboa ni de otras ciudades costeras. El causante del mayor temblor fue
El Kraken con sus impresionantes tentáculos que agitaban las inmediaciones del castillo formando ondas telúricas. Estas abrían grietas del fondo marino de las que surgían nuevas
criaturas, pulpos infernales que multiplicaban la fuerza del Kraken. Como si de Sinh en Final Fantasy X se tratara, cada golpe hacía brotar nuevos moluscos infernales a modo de
'Brotes de Sinh'. Los tentáculos subían y bajaban para golpear nuevamente el fondo marino creando más destrucción y más fosas de donde surgíó el verdadero caos. Como decía antes,
ante la brutalidad del ataque, fueron cayendo una a una las torres del castillo. Desaparecieron las torres del este, luego las restantes. Solo quedaron en pie la torre del
homenaje, la que está situada en la entrada a la exolanada del trono, y la torre oeste de la fachada sur. La torre cilíndrica sobre "El Abismo del Bogavante", aquella sobre la
jaula de castigo donde aún cuelgan los restos de Nemo, fue una de las primeras en caer. Caos y destrucción dejaron la fortaleza muy mermada. Las fuerzas de Nereo sucumbieron ante
el mal y este tuvo que abandonar el castillo junto a su familia de tritones, nereidas, sirenas y unos pocos servidores, con los fieles vasallos y cortesanos que sobrevivieron al
peor día de la historia del fondo marino.
Final
Tras la tempestad viene la calma. El castillo fue tomado por ürsula y sus huestes. Permitió que los muros permanecieran en ruina. La puerta del norte, la que Atenea regaló a Nereo,
fue desmontada y vendida en mercados egipcios, tal y como antaño vendieron las piedras de las pirámides. Las estancias fueron convertidas en trampas mortales para evitar que Nereo
y los tritones recuperaran el castillo.
Una de las facetas características de Úrsula es su vanidad, el culto por su cuerpo y su belleza; Su talante, convertido en glamur, hizo que se instalaran decenas de bustos suyos
por todo el ruinoso castillo. En la estancia que daba paso a sus aposentos, a su atesorado botín, y al colgante con el mágico nautilus, mandó colocar sendos bustos de su persona a
ambos lados de la antesala, similar a como lo diseñó Atenea para proteger su intimidad. Sin embargo, el deshauciado delfín menor ahora es sustituido por un busto de Úrsula que hace
las veces de guardián. La capa de ocultación sigue escondida en una estancia del castillo; en un lugar que ni la magia negra de la arpía invasora ha podido desvelar. Y es una buena
opción si se desea recuperar el castillo, pues poseer el colgante es anular la malvada oscuridad en la que Úrsula lo somete. Es destruir la magia negra que mantiene a la falsa
reina en su trono, a la cerda bruja octópoda que cree ser la más bella de las féminas. Incluso un escualo soldado a su servicio, originario de las japonesas Islas Kuriles, le puso
un mote que caló muy profundo entre sus compañeros, debido al acento japonés de este singular personaje. Le puso a Úrsula el mote de "La Legendalia Celda" que fue transformándose en el apodo de "La Leyenda de Zelda"
La calma psíquica llegó también a Úrsula pues supo a través de los restos de lo que fue la torre de comunicaciones, aquella que permitía enviar mensajes y recibirlos del futuro,
una noticia que hizo regodearse a la pulposa arpía en su trono: Nemo tuvo descendencia y uno de sus nietos será poseedor de un navío especial y poderoso. No solo surcaba los mares,
también los fondos marinos y aquellos parajes vedados al ser humano. Ese navío tenía el mismo nombre que el colgante que portaba desde que su amante se lo regaló y que ahora
atesora en lo alto de la torre del homenaje: El Nautilus.
Los tritones intentan nuevamenmte expulsar a la invasora arpía meatintas para reconstruir el castillo y volver a situarlo en el paraje que lo vió nacer. Lo hacen en cada estación,
en cada ocasión en la que las fuerzas de los reinos del mar intentan superar a las diabólicas huestes del fondo abisal con un claro objetivo: destuir al Kraken y a su péfida bruja
malvada. ¿Podremos darle a la fortaleza de Nereo su antiguo esplendor? ¿podremos hacerlo antes de que Andrew Ryan encuentre este lugar como opción idónea para su ciudad modernista?
Bienaventurados los cortos de vista porque no podran ver mi careto de lejos. 
