Están en una situación particular. Blueberry, perseguido por la justicia, se ha refugiado en un villorrio de Nuevo México donde espera que le traigan un fantástico apaloosa para huir a México. Cuando llegan los dos vejetes, hay problemas y sacan las armas. Aunque Blueberry, que aún conserva los pantalones del uniforme, no parece inmutarse y sigue a lo suyo, botella en ristre.
Ahora unas vistas de los tres personajes:
Primero Blueberry. El original es el soldado que apoya el fusil en la cadera. Le he cambiado el brazo por el de uno de los personajes sentados. Y le he girado la cabeza. La botella está tallada en madera. Los colores están inspirados en sus aventuras, aunque no en una viñeta en concreto.
Aquí está Blueb con su apaloosa. Parece satisfecho, pero no suelta el frasco:
En cuanto al viejo Jimmy McClure, el personaje base es, por supuesto, el ayudante del sheriff. Le he cambiado la posición de los brazos, le he girado la cabeza y le he puesto (a base de virutas de plástico), barbita, bigotes y greñas. Además le he construido una especie de banjo o mandolina en madera. Los colores también están inspirados en muchas viñetas originales.
McClure con su burro:
Y por último, el bueno de Red Neck. El personaje base es el gambler del saloon. Los cambios: el brazo con fusil es, precisamente, el del soldado que ha servido de base a Blueberry. Le he tallado la cabeza para hacer el pelo característico de Red, y le he tallado un poco la cara. Un trocito de alambre fino se convierte en un cigarrillo. Tanto a Red como a Jim les he tallado las botas para hacerlas puntiagudas, pero a Red incluso le he hecho los tacones. Ah, la levita del gambler la he tallado para que se convierta en una chaqueta. El color pretende ser el de la ropa de un trampero. La pistola que lleva a la cintura es la del tío flaco malencarado... Y el sombrero de la espalda, el del grandote.
Aquí foto de grupo de los tres amigos:
Y para terminar, una fotito del edificio, hecho con Exin Castillos porque el West lo tengo en el pueblo:
Espero que os haya gustado. Y gracias, Elbayas, por suministrarme material para estas transformaciones.
Bienaventurados los cortos de vista porque no podran ver mi careto de lejos. 
