El caballo es original Exin, pero me vino en un lote de escombros. Le faltaban las dos patas del lado derecho y la cola. Para reponerlo, tallé patas y cola nuevas a partir de... los listones de la diligencia Comansi (lo que está dando de sí este viejo carro desmantelado).
Ha sido un trabajo de escultura puro y duro, y creo que ha quedado bastante potable.
El plástico de la diligencia se trabaja bien, porque es bastante blando. Luego lo uno al cuerpo del caballo con un alambre incrustado y un poco de pegamento. Las juntas se disimulan con la masilla habitual.
En cuanto a la pintura, básicamente es un toque con spray gris para hacer el fondo, y antes de que se seque, otro toque de spray blanco. Los retoques, a pincel.
Ah, la silla del caballo también es de resina, de las que me pasó Elbayas. Un poco de pintura y queda genial. Y, por supuesto, encaja de maravilla en el caballo (aunque era un caballo de los indios, incluso llevaba los restos pegajosos de la manta).
Como de costumbre, no he hecho ni una foto del proceso, lo que es una lástima, pero es que soy perezoso para la cámara.
Espero que os guste.



