Los defectos: un eje tenía rotos los cubos; le faltaba la suspensión (que además sirve para enganchar el asiento al carro); y las cañas para enganchar al caballo estaban deformadísimas. Ah, y al caballo le faltaba la cola.
La restauración: Las ruedas se sujetan ahora con dos cabezas de clavo, pintadas. Las cañas, las enderecé al fuego (con mucho cuidado) y les hice unos taladros para engancharlas al eje (las he sujetado, de todas formas, con unas cuerdecitas). La suspensión la he hecho pegando el soporte de un par de letreros West y unos trozos de la diligencia Comansi (espero que se distinga más o menos bien en las fotos). Al caballo le puse la cola de otro que me ha servido de cantera para arreglar varios caballos tullidos. Ah, y para enganchar al caballo, le he puesto, de través, una varita de plástico, pues el enganche original tampoco estaba.
Este es el resultado, bastante potable, creo yo:






Respecto al conductor, es el del armón, que pronto veréis en otro hilo, porque también he tenido que restaurarlo (venía en el lote de escombros).